lunes, 24 de septiembre de 2012
martes, 22 de mayo de 2012
Sin título aún.
Cuando tenía diez años se topó por las calles con un gato de esos que todos conocemos y visto; raquítico, con los ojos que no dan más, prácticamente un moribundo rumiando por doquier, con el pelo enmarañado, marchito.
No pudo obviarlo, la piedad de los diez años no perdona y menos aún la inocencia. Lo llevó a casa con tal ternura que pareciera topar con la dulzura. La madre lo retó por tal torpeza. ¿Cómo ocurríasele llevar un despojo a casa? Obligó al niño a tirarlo por la terraza. El infeliz gato murió al caer. Su cadáver apestaba luego de un par de días ya que no se puede llegar hasta él gracias a la posición de las casas de la colonia que habitan.
Entonces, todos tuvimos que soportar el olor fétido que rebosaba, día y noche de entre los escombros de aquella muerte.
-caen mal.
-¿Quiénes?
-las moscas.
Noelia H.
No pudo obviarlo, la piedad de los diez años no perdona y menos aún la inocencia. Lo llevó a casa con tal ternura que pareciera topar con la dulzura. La madre lo retó por tal torpeza. ¿Cómo ocurríasele llevar un despojo a casa? Obligó al niño a tirarlo por la terraza. El infeliz gato murió al caer. Su cadáver apestaba luego de un par de días ya que no se puede llegar hasta él gracias a la posición de las casas de la colonia que habitan.
Entonces, todos tuvimos que soportar el olor fétido que rebosaba, día y noche de entre los escombros de aquella muerte.
-caen mal.
-¿Quiénes?
-las moscas.
Noelia H.
lunes, 21 de mayo de 2012
Frío al tacto,
caliente al contacto
Frío al tacto,
caliente al contacto,
esta piel que apenas siente
ese corazón que ya no late
y esa boca seca que ya no habla,
dejando cientos de fonemas perdidos
en la incertidumbre de unos
puntos suspensivos...
Y te sigo sinitiendo
frío al tacto,
caliente al contacto.
caliente al contacto
Frío al tacto,
caliente al contacto,
esta piel que apenas siente
ese corazón que ya no late
y esa boca seca que ya no habla,
dejando cientos de fonemas perdidos
en la incertidumbre de unos
puntos suspensivos...
Y te sigo sinitiendo
frío al tacto,
caliente al contacto.
anna g.
sábado, 5 de mayo de 2012
Una encuesta
No sé si se han dado cuenta
que por las calles van personas, con hojas y lapicero en mano. Desde lejos ven
a su presa, calculan tiempo y distancia y ¡zas!
- ¿Disculpe le puedo hacer
una encuesta?, titubeas un poco, pero bueno. Total aún tengo un poco de tiempo
libre.
Las hay de diverso índole:
de bebidas embriagantes, la mayoría, de productos para el hogar, de chucherías,
de comida saludable y, en tiempos de elecciones, de candidatos a algún puesto
público.
Es indudable que éstos “atracos”,
nos quitan tiempo valioso y hasta nuestras energías; responder tantas preguntas,
te hacen dudar de lo que eres, te dejan muy mal, en serio, muy mal.
Hay quien se niega a
responder las encuestas:
- ¿Señor, le puedo hacer una encuesta?
– No.
– ¿Señor, por qué no quiere hacerse la encuesta?
– Porque no, no tengo tiempo.
– ¿Le parece fastidiosa una encuesta?
– Por supuesto, lo es.
– ¿Más o menos cuántas encuestas a la semana le hacen?
– No sé, dos o tres.
– ¿Y que es lo que más le disgusta de ellas?
– La verdad, es que quitan mucho tiempo…
Sin darse cuenta lo
encuestan a uno, eso de encuestar es verdaderamente un arte, seducción pura.
Llegará el día en que todos hagamos largas filas para ser encuestados.
Tendremos que estudiar, si se trata de un examen cognoscitivo, los deportistas
se esforzarán más, porque la gente cree en ellos, según últimas encuestas.
Procuraremos mejorar las estadísticas, pero sólo eso, para sentirnos bien.
A. Poderón
viernes, 27 de abril de 2012
Íntimo (18 de Abril del 2012)
Viajar sin desplazarse, eso vivimos en esta lectura. Echar un vistazo atrás y sentir el mismo temor, ver alrededor, está pasando, y espiar el futuro, se renuevan los ánimos.
Una lectura llana, apresurada, pero que significó mucho para nosotros. Que se dieran cita personajes importantes en nuestra corta vida literaria como: Noviembre, Simón Pedroza, Javier Payeras, Aníbal Barillas y Josué Pedroza fue muy gratificante, sobre todo porque nos dieron la oportunidad de ser escuchados, algo que es muy difícil de lograr hoy día, aunque poco pudimos haberles dicho, al menos yo.
El tren quedó allí, esperando a otros que quieran subir, presto a llevarlos a donde quieran. Gracias a Anna G. y a Noelia H. por planificar esto y revivir un espacio que yacía muerto, Espacio Vital.
Una lectura llana, apresurada, pero que significó mucho para nosotros. Que se dieran cita personajes importantes en nuestra corta vida literaria como: Noviembre, Simón Pedroza, Javier Payeras, Aníbal Barillas y Josué Pedroza fue muy gratificante, sobre todo porque nos dieron la oportunidad de ser escuchados, algo que es muy difícil de lograr hoy día, aunque poco pudimos haberles dicho, al menos yo.
El tren quedó allí, esperando a otros que quieran subir, presto a llevarlos a donde quieran. Gracias a Anna G. y a Noelia H. por planificar esto y revivir un espacio que yacía muerto, Espacio Vital.
A. Poderón
viernes, 20 de abril de 2012
½ año
Zompopos de mayo, regordetes tan cafés, alados de afán.
Olor a tierra mojada
Y una noche de recuerdos.
Una taza de café santarroseño.
Una hoja de papel, un poco de grafito.
Un sin fin de luz y un sin fin de tinieblas.
Mi madre y su voz de algodón,
Mi padre y su ausencia.
Mi fe suicida, mis ojos de agonía.
Mi alma lista para la huída, mi corazón ahogado.
Un amor propio desfigurado
Mis manos que no han descansado,
Un puño de revistas leídas.
Una cordura ausente, un puente en desvarío.
Una mente que viaja lejos
Un temperamento al que no le gusta el ruido que hace la idiota sociedad
Un ser yo total.
Un ahora, miedo nulo a escribir lo que siento.
Una suerte con anteojos, el mayor éxito alcanzado.
Un deseo fracturado, quebrado.
Una realidad irreal
Noelia H.
Olor a tierra mojada
Y una noche de recuerdos.
Una taza de café santarroseño.
Una hoja de papel, un poco de grafito.
Un sin fin de luz y un sin fin de tinieblas.
Mi madre y su voz de algodón,
Mi padre y su ausencia.
Mi fe suicida, mis ojos de agonía.
Mi alma lista para la huída, mi corazón ahogado.
Un amor propio desfigurado
Mis manos que no han descansado,
Un puño de revistas leídas.
Una cordura ausente, un puente en desvarío.
Una mente que viaja lejos
Un temperamento al que no le gusta el ruido que hace la idiota sociedad
Un ser yo total.
Un ahora, miedo nulo a escribir lo que siento.
Una suerte con anteojos, el mayor éxito alcanzado.
Un deseo fracturado, quebrado.
Una realidad irreal
Noelia H.
Tierra mojada
La lluvia se desploma
Y cada gota crea
Su universo
La lluvia cae
Sin paracaídas,
Sin miedos
Es ese olor
Olor a tierra mojada
Que suaviza tu memoria,
Descubre los deseos
Penetra tu cerebro
Penetra todo tu cuerpo.
El palpitar de aquella luz
Golpea en tus ojos de destierro.
Sin rostro ni figura.
Sin cómplice ni resonancia,
Sólo encuentro
Fuerte chispa coagulante,
Suave rocío
Aguacero de nostalgia.
Y los instantáneos deseos
De ser eternos
Se disuelven
En las pozas de agua.
Noelia H.
Y cada gota crea
Su universo
La lluvia cae
Sin paracaídas,
Sin miedos
Es ese olor
Olor a tierra mojada
Que suaviza tu memoria,
Descubre los deseos
Penetra tu cerebro
Penetra todo tu cuerpo.
El palpitar de aquella luz
Golpea en tus ojos de destierro.
Sin rostro ni figura.
Sin cómplice ni resonancia,
Sólo encuentro
Fuerte chispa coagulante,
Suave rocío
Aguacero de nostalgia.
Y los instantáneos deseos
De ser eternos
Se disuelven
En las pozas de agua.
Noelia H.
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